Kimi Raikkonen lleva dos tirones de orejas consecutivos en Ferrari. El primero llegó después del GP de Mónaco, cuando el director de la Scuderia, Mauricio Arrivabene, le puso “deberes” por sus pobres resultados los sábados:
“Tendrá que escribir 100 veces ‘tengo que hacerlo mejor en calificación'”
El tono de broma de Arrivabene no ocultó el malestar de Ferrari. No obstante, en favor de Kimi hay que decir que se puso las pilas y en Canadá completó su mejor calificación del año, logrando el tercer puesto en parrilla.
Pero el problema para Kimi llegó en carrera, donde fue incapaz de mantener esa tercera posición y se quedó fuera del podio. Un trompo en plena carrera, fruto de un error de pilotaje, acabó con sus esperanzas de subir al podio. Arrivabene no lo olvida:
“Hemos tirado un podio, esa es la verdad. No hay ninguna excusa que valga”
Arrivabene habla de no poner excusas porque Raikkonen culpó de ese trompo a un problemilla con los mapas de motor de su monoplaza, opinión que el jefe de Ferrari no comparte. Así justificó Kimi su trompo:
“En nuestro mapa había algo, no sé cómo explicarlo, pero estaba muy al límite y si mueves un poco el pedal provocas una diferencia enorme del par y no hay manera de controlarlo. Pasó el año pasado algo parecido, con el mismo final. Tenemos que hacer algo con los mapas en los pit-stops”
El enfado de Arrivabene fue visible cuando Sky Italia le preguntó el domingo por sus sensaciones justo después de la carrera:
“Es mejor que no diga lo que estoy pensando en estos momentos”
PD. Parece que otro finlandés, Valtteri Bottas, podría ocupar el asiento de Raikkonen en 2016.