No tenía suficientes problemas Ferrari, que ahora decide por voluntad propia buscarse otro más con el fichaje de Kimi Raikkonen. Mientras su gran rival en el Mundial de Fórmula 1, la escudería Red Bull, apuesta decididamente por establecer una jerarquía de pilotos en sus filas, Ferrari rompe con esa tradición que siempre la ha caracterizado para juntar a dos campeones del mundo en un mismo box. No ocurría eso en Maranello desde 1953, cuando Alberto Ascari y Nino Farina pilotaron los monoplazas rojos.
En 2014, un año clave en la Fórmula 1 con la reintroducción de los motores turbo, Sebastian Vettel contará con un equipo entero a su servicio, incluido un segundo piloto leal como seguro lo será el joven Daniel Ricciardo. Fernando Alonso, en cambio, tendrá el enemigo en casa con un Raikkonen cuyo único objetivo, igual que el del asturiano, será luchar por el campeonato del mundo.
Los recursos de Ferrari, ya de por sí escasos viendo sus últimos resultados frente a Red Bull, tendrán que dividirse entre sus dos campeones del mundo. Aunque no tengo dudas de que Alonso logrará imponer su clase para hacerse con el liderazgo dentro de la escudería italiana, parece evidente que tendrá que redoblar sus esfuerzos para luchar contra enemigos externos e internos.
Me parece que el fichaje de Raikkonen no ha sido una decisión demasiado inteligente por parte de Ferrari, cuyo principal problema está en su departamento de ingeniería y no en sus pilotos. Es ahí donde la escudería de Maranello debe incentivar o renovar a su personal, que lleva varios años a remolque de sus competidores.
El fichaje de Raikkonen demuestra, además, que en Ferrari están más preocupados por ganar el Mundial de constructores que el de pilotos. Es cierto que el dinero se reparte en función de esa clasificación y que es importante que ambos pilotos logren buenos resultados, pero la decisión de centrar los objetivos en el campeonato de marcas parece un desaire hacia Alonso, el piloto que ha mantenido a flote el cavalino rampante durante los últimos tres años y medio.
PD. Insisto en que ningún antialonsista lea en mis palabras algún miedo o temor a que Raikkonen le arrebate el liderazgo de Ferrari a Alonso. No tengo dudas de que Fernando es capaz de batir a cualquier piloto. Lo que me molesta es que Alonso tenga que hacer un esfuerzo extra cuando los ingenieros de Ferrari parece que se pasan el día de vacaciones.